martes, 4 de diciembre de 2007

Curiosidades Lingüísticas: Miniatura y Escritorio

Curiosidades

Un monasterio es un lugar donde habita un monje o varios monjes. Originalmente un monasterio era la célula de un ermitaño. El monasterio era un centro de oración y económico. Estaba constituido por un grupo de edificaciones: La iglesia donde los monjes se reunían para rezar y celebrar la liturgia, el claustro era un patio porticado con un jardín central, por él paseaban, leían y conversaban, el refectorio era el comedor, la sala capitular era el lugar de reuniones, la hospedería acogía a los viajeros y el escritorio era el lugar donde se redactaban y copiaban los manuscritos y libros antiguos
Como todos sabemos hoy en día la palabra
ESCRITORIOse utiliza para designar al mueble o clase de mesa, usado frecuentemente en el entorno del trabajo y la oficina, para leer, o utilizarlo como apoyo para escribir sobre él, para usar utensilios sencillos como lápiz y papel o complejos como una computadora; así pues, vemos como con el transcurrir del tiempo, la palabra se ha mantenido vigente pero sufrió un gran cambio en su significación, pero manteniéndose siempre su relación con la escritura y pasó de ser un lugar a ser un objeto


La voz MINIATURA”, que hoy se conoce para designar una cosa de tamaño muy reducido con respecto al original, no tiene nada que ver con la idea de “pequeñez”…pero si con “MINA”. Antiguamente, una “miniatura” era una pintura hecha con pintura de minio. El minio es un óxido de color rojo empleado en pintura; fue a partir del siglo XVII cuando “miniatura” empezó a designar los objetos artísticos o pinturas de dimensiones reducidas y quedando conocidos como “miniaturistas a las personas que llevaban a cabo dichas obras, término que se mantiene hoy en día vigente

Consultado en:
http://etimologias.dechile.net/?miniatura
http://html.rincondelvago.com/alta-edad-media.html

Un “VITRAL”, vitraux o vidriera de colores es una composición formada por vidrios de colores pintados y cubiertos por esmalte que se unen por medio de varillas de plomo. Los vitrales tuvieron su origen en el medioevo cumpliendo, en las catedrales una doble función: la práctica (tapar aberturas dejando pasar la luz) y la didáctica, enseñar a los fieles, que eran en general analfabetos, las narraciones del Antiguo y Nuevo Testamento.
Los vitrales surgieron nuevamente por una necesidad, esta vez la demanda arquitectónica de cubrir superficies del techo que yacían vacías pero a su vez cumplir con otra característica, que fue, permitir el paso de luz solar hacia el interior de la edificación, puesto que en esa época era la única fuente de luz conocida y utilizada, pero el ingenio de los hombres fue más allá y realizaron con los vitrales composiciones pintorescas del viejo y nuevo testamente, dándole así una doble funcionalidad y permitiéndole a los visitantes de las edificaciones religiosas conocer a través de imágenes, lo que en letras aparecía en el libro sagrado

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